Tentaciones obscenas en pandemia. Un político en tu cama.

«Tentaciones obscenas en pandemia. Un político en tu cama.»

Juan Tausk

 

Todo cambia, sí, pero que se torne en el “es así” y en el “obvio” y obligatorio del paradigma de época es otra cosa. Por ello entiendo la actitud conservadora:  evitar que se dé el primer paso, porque el resto se encamina solo. 

En cuanto a la sexualidad pandémica, los aficionados y los expertos, los políticos y los sexólogos, ya han hecho de las suyas hace rato. Son   bravos y no pocos “encaman” sus penosos prejuicios y retorcidos argumentos en algo parecido a alguna ciencia. “Se non è vero, è ben trovato…”  arguye  Giordano Bruno (1584) en “De los heroicos furores”. Justamente. 

Descubren y celebran que la masturbación sea bienvenida – ¡vaya novedad diría el maestro Freud! – a falta de más oportunidad. Si algo quedaba de culpa cultural o superyoica, ellos educan instruyendo en un campo de satisfacción a granel. Trillan separando semilla y paja. La solución al alcance de la mano.  

Asombra, que los políticos te indiquen u ordenen cómo y adonde hay que ponerse o ponerla. Allá los suizos.  En cambio, el ministerio holandés es más práctico y propone que los solos y solas se consigan cuantimenos un partenaire sexual, su “seksbuddy”. Sólo uno por usuario ¿o se dice consumidor?  A los “telos” les ordenan no aceptar tríos u otros polígonos. Volvieron a la elegancia de la recta entre dos puntos.

Los gobiernos, a su vez, no sólo la promovían y prescribían sin discreción, ordenando tu goce: te organizan y te comandan, invitando a tu “interesencia”: participación individual a un acto o función.  A su vez, disculpen el pudor, pues parece casi obsceno, cuando incluso te posicionan e indican con quién y cómo se puede tener relaciones sexuales pandémicas, como veremos. 

Vamos bien, pero ¿qué temían los ministerios de salud de tantos países? Además, me pregunto ¿era necesario? Sucede en Suiza, cuando el bien aconsejado ministro de salud junto con autorizar nuevamente la prostitución legal – hay 20.000 chicas y chicos registrados y sindicalizados – no autoriza la lucha, el box ni la danza. Reconoce el aspecto bizarro de su propuesta. En cambio, el ministerio holandés hace al revés: autoriza los gimnasios y el sauna, pero no la prostitución. Debe ser que sus expertos leen otros libros o subrayan otras prioridades para el bien de su población.  Acompañando está la asociación suiza de prostitutas que adhiere a su gobierno en que se evite el “tête a tête”.  Habrá que aprender a trasladar la sonrisa, ahora oculta, a sonreir con los ojos, lo que bien saben en oriente medio. Más aún hay quienes concluyen que el velo es más sensual porque oculta y llama a develar y desvela. ¡Vamos con el ”burka”! Pero si tampoco se pueden mirar… Pensar en el valor de comunicación, sentimental, de empatía y encuentro que es la mirada. Acaso ¿no empieza todo por allí, como escriben los poetas enamorados?

Recomiendan también tener al menos una distancia de un codo, lo que es sumamente variable y es ahí donde empieza a valer el tamaño del miembro – superior. Esa medida la conocimos, en su época, cuando las chicas te clavaban el “codito” en el esternón para suspender el apriete – aún – mientras Paul Anka te susurraba: “Put your head on my shoulder”.  Hay que poner las cosas en regla. Medir, protocolizar, legislar. El sindicato de trabajadores/as sexuales acompaña a su ministro en la propuesta de las únicas dos posiciones saludables, en las que no se miran los “partenaires”: el “doggie” y “reverse cowgirl”, usted lector sabrá, abrevando tantas ansias zoológicas en rodeo ajeno.  Protegidos, pero creo que no aportan al erotismo o al amor, o sí, depende. 

Asombra, que los políticos te indiquen u ordenen cómo y adonde hay que ponerse o ponerla. Allá los suizos.  En cambio, el ministerio holandés es más práctico y propone que los solos y solas se consigan cuantimenos un partenaire sexual, su “seksbuddy”. Sólo uno por usuario ¿o se dice consumidor?  A los “telos” les ordenan no aceptar tríos u otros polígonos. Volvieron a la elegancia de la recta entre dos puntos. 

Puede ser que todos estos esfuerzos sean para mantener viva la llama del sexo y que la multiplicación de solitarios” gadgets” a pila o USB, la promoción del poco húmedo sexo virtual y la aburrida creatividad de los canales porno, con su multiplicación de categorías nunca antes imaginadas, habiliten al tan mentado “desahogo sexual”. Pero de eso ya se ocupó un entendido fiscal, allá en el lejano Sur. 

Ojalá que la conciencia cívica y la participación, que bien se pueden denominar “empoderamiento ciudadano” y ciertamente educación, puedan evitar que los políticos y sus sexólogos, en sus efluvios de tentación obscena, se metan en tu cama.  

No hacen sino trastocar el arte de amar y de hacer el amor, acotando el encuentro a una técnica, a una mera descarga, apenas un leve “polvo”, que el viento se lleva, junto con la esperanza o el olvido. 

1“La sonrisa de tus ojos. Elogio a la mujer” J. Tausk. 2022

2 Las “jineteras” de La Habana ¿ precursoras?

3 “Desahogo sexual doloso” a cambio de “ abuso sexual con acceso carnal gravemente ultrajante y agravado por la participación de dos o más personas “  Zafar de la cárcel o 25 años a la sombra. 

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