La perdida tribu de los Judíes x Palestina y sus amig@s en la UBA

La perdida tribu de los Judíes x Palestina
y sus amig@s en la UBA

Juan Tausk

“Y cargamos con todos esos fundamentalismos …sin grandes conflictos ni preocupaciones, sin  idea de las oscuridades cuasimedievales y pretensiones de lobotomía que las impulsaban”. 

                                                  Leonardo Padura. El hombre que amaba a los perros.

Aunque no lo sepas, se accede a un castillo de “Hogwarts” desde la estación Once, sí, por la calle Mitre al 2815, pero es un secreto que tenemos con la Rowling.  Pero, que te encuentres una noche de agosto con la “Armada Brancaleone” en las cercanías de la estación Constitución, en la Facultad de Ciencias Sociales, no es verosímil, pero es cierto.

Los Judíes X Palestina convocan a un evento militante con otros socios circuncisos o circunstanciales. Ochenta personas, pocos jóvenes flotando en un mar de “vieux combatants”. Las clásicas arengas disparadas cual saetas de predicador en éxtasis, cual asamblea de estudiantina trosco – psicobolche de los setentas.

¿Es posible que crean en lo que dicen o es sólo para “melonear” a los asistentes? Ambos. Luego viene el relato de vivencias personales que declaman pequeñas valentías en un Israel para ellos tan genocida como racista.

El maestro de ceremonias de un llamamiento a los argentinos judíos, enuncia con voz de trueno y convicción de acero que “todos estamos de acuerdo con que Israel es genocida, hace apartheid y limpieza étnica”, como para empezar. ¿Todos?

Fatigan al público, sí, aburren porque cada expositor se pergeñó en repetirse, sin dar respiro ni intervención al público. Era la idea: callarnos para hacerles el aguante e instalar el tema.

Plenos de engañifas increíbles que enuncian junto con ignorancias supinas. Por ejemplo, que en la guerra de la independencia, Israel “se hace atacar por dos  países”: cuando son cinco que atacan al estado naciente. Que se quedan Egipto con Gaza y Jordania con Judea y Samaria por veinte años, pero no es ocupación ni colonialismo, como hoy sería Rusia que se quiere tragar cruda a Ucrania. 

El elogio de los palestinos refugiados – condición hereditaria, pues se cuentan con los dedos tras 75 años – que luchan por recuperar su terruño, todo él, como derecho incondicional y perenne. Quisiera ver a los mexicanos lloviendo misiles a los Estados Unidos, para que les devuelvan California, New Mexico o Texas. Es más, en cualquier momento la Corona española nos reclama América Hispana: al final, se la birlamos en su momento de debilidad, también este Napoleón y French y Berutti.

Como si el mundo no estuviera lleno de millones de refugiados y desplazados, afectados tanto de limpieza étnica como de genocidio, que son atendidos por uno o dos años por la ONU o los países occidentales, hasta que se colocan o se joden. Ahí van la ex Yugoeslavia, Sudan, Ucrania, los uigures chinos, por no hablar de la millonaria diáspora venezolana y siria.

Los medios insisten en el eufemismo de los campamentos de refugiados, que uno imagina lleno de viejas carpas de raídas lonas, cuando en realidad han hecho ciudades mucho más habitables que la villa porteña  31 o la Zavaleta.  Alimentados y educados para matar judíos, cuidados en  hospitales que financia todo el mundo. No la Argentina, que de esas obligaciones casi siempre zafamos. 

800.000 palestinos se desperdigaron en la guerra del 47/48, por voluntad o echados fuera de la inglesa Palestine, sectores de ellos intentaron hacer miserable la vida del reinado hachemita de Jordania, pero sin duda lo logran en el Líbano, la Suiza de Medio Oriente. En ese entonces, todos los países árabes todos, expulsaron a sus judíos. Más de un millón, expropiándolos y arreglate. La mayoría fue acogida en Israel y no recuerdo ninguna UNRWA calentándoles la pava. Con más los millones de judíos yemenitas, etíopes, indios y rusos refugiados que ya no lo son: casi todos ciudadanos de Israel que rehicieron sus vidas para bien, al igual que los árabe-israelíes. Del blanco caucásico al tostado indio y yemenita al negro etíope. Limpieza étnica, ¡joder!

O sea, hay muchos más en el mundo que tienen las llaves de sus casas a las que nunca volverán. 

El maestro de ceremonias de un llamamiento a los argentinos judíos, enuncia con voz de trueno y convicción de acero que “todos estamos de acuerdo con que Israel es genocida, hace apartheid y limpieza étnica”, como para empezar. ¿Todos? Ya levantaba yo el dedito, un defecto neurótico que debo resolver, con ánimo de descompletar su conjunto universal, pero me llamé a la prudencia: estaba en charco ajeno. No saben ya a quien llamar en su llamamiento. ¡Lo lamento!

Un operador político del judeo comunismo K local coincide con eso y tanto más. Se ilusiona con la idea de captar a los 60% de judíos no institucionalizados, haciéndolos firmar una declaración. Se instala la idea de un comité de redacción de los cinco que lideran la mesa, que ya avisan que divergen pero, se necesitan. La cuestión era a quien presentarla. Ya imaginan llevarla a Israel, clavándola al estilo Lutero en las puertas de la Knesset, el Parlamento israelí. Pero diverge la dirigente judíe que, más local, prefiere la embajada de Israel, pues al final elles son tan judíes como el que más. Pero se da cuenta que con esa denominación no llegan ni al riñon de los judíos silentes. Superponen dos en uno: perspectiva de género y antisionismo. ¿Por qué sería tan importante apoyar la resistente causa palestina que lideran a sangre y fuego  Hamas y Hezbollah?  Salvo que Israel sea también su enemigo acérrimo. Un país como cualquiera, pero a ser eliminado junto con su gente, naturalmente. Judíos, árabes israelíes, drusos, beduinos, cristianos, budistas, bahaístas.  

Un tribulado teorizante de la mesa, anuncia con un “sí pero no” que cuando Hamás propala su “Palestina será libre desde el río al mar”, hace metáfora. No es que quieran eliminar a los judíos y al Estado de Israel, aunque lo digan y lo hagan. Mera poética apoyada en despedazar con machetes y lanzar misiles hacia Israel, ´guitarrea´ con que lo que quiere es un país donde todos convivan en paz, siempre que no sea al son de un “Hava Naguila”. No se sabe a quién miente más: si al público, a los suyos, a sí mismos o a “elles”.  

La judíe con su “kefíe” al cuello – la velada venía fresca y se abriga con su ´causa´- considera que su movimiento de tan bueno debería ser más amplio y se ilusiona con importar la violencia antisemita de las universidades americanas, lo que sucedería en su era mesiánica. Pero tanto más acá, enuncia que “no le consta” la violencia horrible de Hamas el 7 de octubre – al igual que a casi todo el feminismo universal para quienes las judías no son mujeres – pues no es sino propaganda  vil  de los judíos dueños de los medios, que se victimizan.

 En cambio, el editor de una revista semestral sí reconoce las atrocidades, pero que fue un exceso que no aprueba: es que se pasaron los chicos malos. Coinciden en justificarlo bajo la sacrosanta  ”Resistencia palestina”, cuyas acciones terminan validando. Lo que les queda de “alma bella” termina por  extraviarse en los meandros  de Chavez y Maduro, Ortega, Putin o Camel. 

Sigue el PCK, cuyo movimiento proviene de la brillante organización judía revolucionaria, armada y no sionista “Bundt” (Unión) en la Rusia zarista. Objeta que se denominen socialistas a los kibutzim  alrededor de Gaza, masacrados y destruidos por Hamas. A lo que el quinteto de la mesa – que piensan por todos nosotros –  coinciden. Pero descuidan que algunos de esos kibutzim y su movimiento, procuraban honestamente construir la convivencia con los palestinos y de hecho empleaban a los de Gaza. Unos 40.000 gazatíes sabían cruzar la frontera diariamente hacia Israel: perdieron sus fuentes de trabajo y sus familias, sus medios de vida. Algunos traicionaron a esos kibutzim.

Elocuente en su cortedad, otra  descubre que los judíos no son descendientes de la diáspora de Sion del año 70 era común, sino en todo caso vienen de Rumania o Marruecos. Extrañamente, no considera  refugiados a sus abuelos, porque refugiados son su otro yo: los palestinos. Es por ello que estos pensamientos operan en espejo: tiene la coherencia de la inversión y te lo discuten a los gritos. Debieran alguna vez atravesar el espejo y encontrarse con la sabiduría de Alicia o  del gato de Chesire.  Pero no, se extravían de este lado. 

Descubro con alarma que sus razonamientos son indiscutibles, no sólo porque te griten y desprecien los tuyos, sino  porque tienen una lógica consistente, tan buena como la propia. Para sostenerse, termina siendo incompleta o inconsistente. Llena de agujeros. La cuestión está en los fundamentos, lo que en matemática se llaman axiomas: puntos de partida indemostrables, como en las religiones y las grandes teorías políticas.  Para estos judíes y amigues, la creación del Estado de Israel es un equívoco imperialista y colonialista: no debiera haber sucedido. En consecuencia, su argumento se sacia con la destrucción del mismo por sus enemigos. Que ahora también los incluye. También ellos van al muere: de un lado o del otro. 

Ya terminando, la Judíe exalta las protestas antisionistas de los estudiantes norteamericanos. Nunca a las rebeliones populares cubana, iraní, afgana, rusa y de Nicaragua o de Corea del Norte, siempre reprimidas  con el rigor de la sangre, la tortura y la cárcel. Zafarán con que eso es un tema muy “complejo”, como sabemos todos escuchar de los necios y los “bothsideous”: los que nivelan un lado con el otro en su sacro y aristotélico medio y se sacan el tema de la cabeza envuelto en infinidad de variables inescrutables. Entusiasmada por la liberación de los cuidados jardines de los “campus” de las universidades norteamericanas, se ensueña en replicarlo, liderando las masas que no la siguen y desmintiendo que eso está organizado y financiado por Irán.  Mientras algunas de las autoridades de esas universidades se conducen como cómplices cobardes y mentecatos: sus mejores fondos provienen de Qatar y otros  países árabes. Al igual que acá, parte importantes de los manifestantes trabajan de eso y cobran. Otro precio es ser cuerpo de choque. Querrás saber más: en diario Perfil, “¡Estúpido! es el estudiante regreprogresista” de J.Tausk 

La hora va avanzando, la gente de a pie enviamos papelitos con preguntas, seleccionan las fáciles y adictas, pero las mías no las toman y eso que eran más amables que esta nota. Aprovechan para responder derivando con largas arengas de “saraza”.  Anuncian que faltan 20 minutos para que los panelistas redondeen sus ideas repitiéndolas y  yo levantando una mano, levanto la otra, hasta que me dicen que ya no hay tiempo. Me quejo a viva voz con que no paraban de hablar y que mis preguntas no las contestaron. Otra vez será nunca jamás.  

Todo se torna frenético. Deben recuperar los 45 minutos de demora por esperar llenar el aula de multitudes ansiosas de iluminación. Lo que pasaba era, lo descubrí, que debían ir raudos a lo de la “bove”(abuela), que se enoja cuando se enfrían los “kneidalaj “ y se pregunta qué bicho les picó a sus ingratos chicos grandes, que en una noche de tanto frío, no  llevaron sus saquitos. 

Si no fuera por el dolor de la guerra otra vez impuesta a Israel, los palestinos y libaneses que Hamás y Hezbollah ofrendan al sacrificio y los rehenes que anhelamos rescatar de Gaza, se podría decir que fue una noche amena y además, gratis. 

No ví allí a Norman Briski. ¿Debía estar?

“Y tuvo que responderse que el odio es una enfermedad imparable”.  L. Padura 

1 Sugestionar, convencer.

2 RAE. Engaño,  timo, estafa, fraude, camelo, engañapichanga,

3 Sanatear. 1, embuste, mentira. 2. Discurso intencionadamente extenso y desprovisto de sentido.
Diccionario del habla de los argentinos. La nación. Bs. Aires. 2008

4 RAE: atontado, tontaina,  bobo, estúpido, necio, lelo, alelado, memo, simple, corto, imbécil,
 idiota, majadero, merluzo, tarado, zonzo, menso, abombado, maje, zapallo, dundeco, noneco.

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