Aprendiendo con la pequeña “Micumán”

Aprendiendo con la pequeña “Micumán”  

Atención: Si no has visto el video “Micumán”, vale la pena hacerlo antes de leer (1)


Juan Tausk

Cerca de los tres años, Lupe fue protagonista de un video que seguro conocés, pues circuló en una increíble vorágine ´on line´ , desembocando en todos los diarios y canales de TV. Cada vez que lo he visto, me ha conmovido como a tantos de ustedes. Debe ser por el gracioso equívoco, la insistencia pertinaz de la niña y la ternura de sus papás. 

La pequeña disfruta completar una y otra vez el rompecabezas de las provincias y concluir con el “otra vez” logré hacerlo solita.  Hecho solamente posible por papis que le enseñan a descubrir el mundo, acompañándola lindo y dando lugar a la pasión por hacerse un lugar en ese mundo.

Me permito no verla como la madre, Lupe no es “un adulto en envase de niño”, es una niña que “no para de hablar” pues descubrió la potencia y la ´magia´ del lenguaje, junto con dar vueltas a la calesita y gozar de la música y las primeras coreos.

Para crecer, aspirar el mundo, ser llevado por aires de libertad y ser uno, se necesita de padres amorosos, maestros que te quieran, pediatras que te cuiden y amigos. Y que todos te respeten y te dejen habitar la infancia y claro, sin sufrir de hambre y carencias crudas.

La ficha de la provincia Tucumán, que coloca al final y le permite concluir, es la más chiquita. Esa es Lupe en la familia, por tanto, es ´mi Cumán´. Es mía, soy yo.  Ahí comienza el arduo afán de los papás: que “no es tuyo”, “que Tucumán va todo junto” y el decirlo rápido para que se disuelva la separación entre Tu y Cumán. No obstante, Lupe insiste una y otra vez con: ´es Mi Cumán´. 

Le hace gestito de fastidio e irritación enojo al papi, prueba suerte con la mamá y nada. “Es como turrón” le dice ella y, rápida la rapaz, le pregunta ¿por qué se parece a un turrón? ´Es Mi Cumán´. Recalibra el papá: “Es como el tío Tuco”. Ven, no es adulta, la metáfora y gramática no la entiende aún y sería pedirle demasiado. Ahí viene el famoso pasito a pasito, llevándola a avanzar, siempre. Ya cansada, va a los bifes y de una pone a la roja ficha de su província, en el último huequito, en su lugar, bien rodeada de otras más grandes. Acá vengo yo ¡joder!  y ´otra vez terminamos´.  

Y así nos emocionó. Quizás un poco porque nos habría gustado que nuestros papis fueran como los de ella, quizás otro poco porque nosotros supimos ser como Lupe. O porque aún resistimos a las metáforas que nos son ajenas, que atormentan en la publicidad comercial y abundan en la propaganda política. Y engañan. Pero, disfrutamos del humor, del juego de palabras, de las buenas conversaciones y si podemos – todos podemos – de la poesía, que abre mundos de ideas y sentires verdaderos, cuando lograda. Vos lector lo sabés, porque has escrito más de un poema, ahí, escondidito, como las verdades del alma.  

Para crecer, aspirar el mundo, ser llevado por aires de libertad y ser uno, se necesita de padres amorosos, maestros que te quieran, pediatras que te cuiden y amigos. Y que todos te respeten y te dejen habitar la infancia y claro, sin sufrir de hambre y carencias crudas.

A la semana siguiente, le preguntan a Lupe y ella dice que ´ya no digo Mi Cumán´y explica: ¡Porque no! ´. Pero antes ya habían aflojado los padres, se nota en sus risas. Entendieron, así me pareció, que Lupe estaba haciendo ese trabajo magnífico de la niñez, cual es diferenciarse de sus padres, separar lo mío de lo tuyo, yo de vos y que ninguno es parte del otro, y así, construir su propia identidad: ser ella.  Resuelto eso, Mi Cumán podia pasar a ser tranquilamente Tucumán y todos seguir jugando al rompecabezas nacional y a todos los juegos por venir, que hacen su porvenir. 

Los papis, no debían dejar de educar. No deben allanarse al niño para que no se moleste o enoje. Se ve la consecuencia en no pocos ejemplos adolescentes. Al no ceder, los padres generan niños buenos, si no se es tiránico y arbitrario, o cruel. Más bien, si es con ternura, como vemos en esta escena.  ¿Cómo lo sabemos? Porque despertó ternura en millones de personas, en vos, en mí. Hasta una ministra de ´Micumán´ decidió invitar a nuestra heroína a Tucumán o como se diga.  

Por mi parte, cuando una de mis niñas, a esa misma edad, decía “Cukras” por azúcar, nos hacía gozar y resultaba tan tierno, que no la corregimos y nos apenó cuando la empezó a decir bien. ¿Habremos hecho bien?  

1 Si no viste el video, es todo tuyo: 

https://ne-np.facebook.com/lacacharpayaok/videos/micumanviral/1123273815239394/

2 Entre “comillas” va el decir de los papás, y entre ´comilla´ lo que dice la niña.

3 Fuente: Entrevista a los tres en diario. 

https://zonales.com/lupe-nena-monte-grande-viralmicuman-padres-adulto-envase-nino/

4 Hay quien dirá que decir ´bueno´ es cursi y pregnado de moralina patriarcal. Es la mejor palabra, lejos.

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