Hezbollah, Piquetes, la “Cole” y La República.

 Hezbollah, Piquetes, la “Cole” y La República.

 Juan Tausk

Un avión aterriza en la Argentina, perteneciente a la guardia revolucionaria de Irán – con tripulación iraní y venezolana – sospechado de espionaje y de distribuir armas a sus aliados terroristas: Hezbollah, Hamas y otros . El gobierno local trata de librarlos de toda sospecha, pese que un piloto está incriminado en todo el mundo por esos delitos.

Poca suerte la del ministro de seguridad, otro Fernandez y van…pues tratando que el candoroso entrenador y piloto Gholamreza Ghasemi Abbas, no sea sino un homónimo del terrorista de la guardia revolucionaria iraní, no logra hacerlo. ¿Cómo le dirán su esposa o sus esposas , en caso de ternura, si alguna? Generoso proveedor del Hezbollah, sabe de vuelos y ciertamente de voladuras. ¡Es él, ministro!

No es la ira del pueblo que, ¿dónde está? Por ahora llegan siempre al borde, a veces un poco más, pero no son más que advertencias y amenazas a la continuidad democrática y sus instituciones:  la República.

Peor suerte fue la mía, que escribiendo una novela histórica, sí encuentro mi homónimo.  Horas manoseando Google para terminar confundiendo a Fray Antonio de Montesinos, luchador por los derechos de los indígenas junto a Fray Bartolomé de las Casas, dominicos de inicios del XVI, con su otro, Antonio de Montezinos, judío portugués de mediados del siglo XVII, que cree descubrir a las diez tribus perdidas en Suramérica. Todos descendientes de judíos conversos. Parece que hasta los indios circuncisos que encontraron en la selva ecuatoriana. ¡Joder!  

Vamos al grano. Esto del avión del terror tuvo alzado al mundo político y televisivo. A mí también y aunque tumbado por el Covid, descubro que los huevos del tero, estaban a los  gritos en otro lado: la untuosa caja “piquetera”.

Nadie cree que los líderes se tomen solamente el 2% de los cientos de miles de millones de planes de sus súbditos piqueteros como confiesa un bello y buen administrador. No alcanza para transporte y ´sanguche´, sobre todo para la costosa cartelería y las carpas “igloo” con que acampan mirando al obelisco.  Sin olvidar el estipendio a la militancia del comité central, la tropa armada o el que fuera.  No se cree, porque el plomero o el albañil cotiza entre 15 y 40% a los administradores de los edificios de vivienda: salvaje peaje consorcial. Y en Italia, luego del ´mannipulite´, el  ´cinque percento´ es el valor oficial de descuento y todos contentos. Se ve que se quedaron cortos de puro buenos, quién diría solidarios consigo mismos.

Lo interesante es que el Estado ha financiado – por que Macri, por que Cris – a los piqueteros, que les manifiestan en contra. Eso es raro porque en otros países les pasan con los tanques por encima o los ´encanutan´ de por vida. Acá es al revés, la policía tiene que justificar el mantener el orden en las calles y cuida a los manifestantes de la ciudadanía ya harta. Sepan disculpar por lo “cisheteropatriarcal” en caída: con los “huevos al plato”, es más claro

Lo interesante es que se descubrió que se puede lograr, mediante un giro ptolemaico, que esos manifestantes profesionales (cobran por persona, niño, mujer embarazada, etc.) puedan manifestar a favor del oficialismo de turno y así promover empleo en las huestes acólitas, a la vez que abrir otra “caja blanda” por la que no se rinden cuentas. Menos mal que en el gobierno se avivaron a tiempo. Es obvio que hay que controlar, reglamentar, auditar y usar a favor porque, parafraseando el desliz de un popular lenguaraz, gobernador de una importante provincia, “…donde no hay negocio, la mano del estado no llega”. A partir de mi investigación sobre efectos psicológicos, familiares y sociales de la pérdida de empleo (crisis del 2001), anticipaba en una radio, justo la del ejército -poniendo nervioso al locutor que no sabía cómo callarme – que se podía comprar una manifestación confeccionada a medida. Aún los piqueteros no tenían planes. O sea, mercado puro y disciplina laboral.  

Avanzamos hacia atrás, como siempre. Ahora las va a comprar el Estado. Ojalá que no nos lean en Dinamarca o Suecia porque, como son ellos de limitados, no entenderían nuestra idiosincrasia – ¿o se dice “paradigme”? – y ampliarían sus manuales psiquiátricos con nuevas afecciones tan extrañas como “sudacas”. 

Pero mi preocupación no es esta minucia propia del deterioro y la corrupción, y de los proyectos que no van más allá de la propia nariz, pues no creo en la teoría que si los tenés de la mano, se te quedan quietos y así “te vendo tranquilidad”. Creo que se deja en las manos de los líderes piqueteros, el centro vital , financiero y político del país: la Rosada, Tribunales, Congreso, ¡Casa de la Moneda!, rutas, medios de comunicación “et al”. Y como se manipula con que la policía es mala y te pega, se les inhibe no sólo de reprimir los excesos violentos, sino siquiera dirigir el tránsito o reducir los cortes de calles y autopistas. Por suerte las grúas funcionan, pero se aprovechan de autos burgueses que están solitos. En fin, el país parece de otro. Pero ¿de quién?

Ahí vamos. No olvidemos que el acceso al poder de Hitler estuvo en manos de la lucidez de Goebbels:  dominar las calles de las ciudades con la armada escoria delictiva y el lumpenaje desclasado, intimidando a la población y partiendo las cabezas de la oposición con más una eterna temporada en los campos. Éxito total hasta con la consagración mayor, la quema del Reichstag, ¿cómo se dice?: el Congreso y su disolución. Tácticas urbanas que bien se conocen desde las intervenciones en las manifestaciones populares, de grupos de choque de inteligencia, fascistas o revolucionarios, desde Tacuara al Cordobazo a la guerrilla urbana. Presentes en la violencia planificada y tan poco espontánea de las grandes conglomeraciones humanas de hoy. Para ello sobran los ejércitos privados. 

No es la ira del pueblo que, ¿dónde está? Por ahora llegan siempre al borde, a veces un poco más, pero no son más que advertencias y amenazas a la continuidad democrática y sus instituciones:  la República. Como se dice, al imperio de la ley y del derecho. Todos humanos. Nada. Sí, puede quedar nada.   

Volviendo al inicio, mientras nos distraemos buscando al pobre homónimo del piloto iraní, su pandilla que ya nos ha volado instituciones y lo seguirá haciendo. No por nada, sólo las instituciones de la “Cole” están blindadas, esperándolos día y noche–nos da vergüencita ciudadana, ¿no cierto? – mientras que ellos, bolivarianos y hezbollahs surcan nuestros cielos con la libertad que no saben dar a sus ciudadanos. Libertad que aspiran ultrajar en nuestra patria. No los dejaremos.

1 Los piquetes de gente desocupada y organizada por líderes que administran los fondos del Estado para subsidiar la pobreza del 50% del país. Marchan todos los días y acampan en el centro neurálgico de la ciudad, reclamando más subsidios.

2 Belliboni, Eduardo. Líder de Polo Obrero y referente de Unidad Piquetera.

3 Limpieza de la corrupción institucional y crónica en Italia

4 Mauricio Macri y Cristina Fernandez de Kirschner, ex presidentes. Ella hoy vicepresidenta.

5 Arrestan

6 Hartos

7 UBA Ciencia y Tecnología. Aparece en diversas publicaciones, tapas de diarios mentirosos, radios y TV.

8 Despectivo de latinoamericano.

9 Grupo antisemita, facista y armado. Realizó innumerables atentados en los 60´s. Por ejemplo, hiriendo de bala a niños jugando en la canchita de la sinagoga Lamroth Hakol de Vicente Lopez. Yo estuve. Luego fueron Montoneros.

10 Colectividad judía. Se autodenomina así.

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